Te miro sin hablar de lo insignificante.
Sin importarme tus medidas, te pienso.
Hace una noche fría y como pretexto tú no estás.
Concreto un tiempo donde no exista más confusión.
De aquéllas heridas desembarcan éstos temores.
A través del cariño lo súbito languidece
La rotura amorosa se excava en la rugosidad de tu ser… Te desvives por vivir el presente tal cual, fuera el pasado.
ResponderEliminarEs imposible volver. Un beso,
Ann@ Genovés