La terquedad de una palabra puede convertirse en una amenaza constante
Pocos son los motivos para callar
Se pierden las destrezas que alivian los malos rollos
Con demasiada frecuencia, no conversamos con la perseverancia
Sólo quiero una vida
pequeña
implicada
cómplice
libre
que núnca más tenga que mirar trás la puerta
Algunos besos se pierden entre las necesidades inexistentes
Cómo negarte las miradas que picotean camino de tus besos!!!
Hablan los despropósitos que no están dispuestos a tranquilizar
Aún no hemos aprendido a leer entre las fragilidades de los sentimientos
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