martes, 3 de enero de 2012

a seis minutos de lo inconsciente

La acumulación de experiencias negativas consiguen relativizar en algunas ocasiones
la dureza de la realidad.

Por otra parte, debiéramos crear espacios íntimos dónde todos los deseos puedan ser verosímiles.

Porque el tiempo de lo efímero nos vuelve inexpresivos.

Puede decirse que cuando el corazón se muestra tenebroso, los pensamientos despliegan esencias limitadas.

Hay amaneceres que dan una visión exacerbada de la felicidad.

En definitiva, que sea la rutina quien se rasgue las vestiduras.

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