viernes, 30 de diciembre de 2011

y cómo sé que perdí

Y así vámos dejando que las miradas sean el acompañamiento de cada uno de los sentimientos cansados.

En el armario aún cuelgan los espacios vacíos de tu silueta.

Era una mañana extraña,
la intuición presagiaba una hecatombe.
Las actitudes aplican comportamientos enfrentados.
La mayor parte del tiempo estámos elevando la voz.
Y no sómos nada remisos.
La convicción no está en su mejor momento.

Puede que los versos no sean la solución al llevar demasiado tiempo sin ser leídos.

un día no querré saber nada

Por el beso oscurecido
por la lágrima que brota
inequívocamente cargada del dolor
que emerge de una palabra impropia
de unos ojos que dicen ser pasión.

Salvaré las dudas
como si no fuéramos
núnca a hablarnos
de los pensamientos
que un día nos ocultamos.

A fin de cuentas
lo poco
que nos hemos olvidado
me hace quererte con más intención.

Las diferencias
se pueden evitar
con las palabras
que saben mirar.

Caigo en la cuenta
redacto mi testamento.
para evitar más silencios

jueves, 29 de diciembre de 2011

Lo que quiero ir contando sin tener nada que decir

La piel es tan frágil que hay días en que solo quiere vivir  en la oscuridad.

No levantarme es la excusa imbécil para no querer verte.

Demasiadas incredulidades nos vuelven indisciplinados.

Los deseos siempre resuenan por encima de las razónes.

No llegámos a tener ni idea de cuánto nos cuesta guardarnos los secretos.

Las mentiras parecen haber cobrado vida en lo habitual.

No debémos querer saber demasiado del otro en un estado de contrariedad.

Las incomodidades nos obligan a mirar en lo infinito.

La última vez que miré , no estábas ahí. Y dejé de pensar. Y no supe...

cuando el optimismo no quiere lavarse la cara

No anotes los instantes de mi presencia.Seré impreciso

Haré gestos desconocidos con los que poder comprender un poco más...cási todas las necesidades.

Entónces te diré todas las palabras con las que terminar siendo felices.

Cuando humanizamos las miradas todo adquiere otra dimensión.

Un día tuve la impresión de no haber vivido nada. Tú no estábas a mi lado.

Los desórdenes han dejado de tener intuición.

Habrémos sobrevivido cuándo seamos capaces de entender que podemos ser un gran error.

podemos quedar un rato largo

Impresiona la prisa con la que tocámos las sensaciones.

Me seducen las palabras directas.
Las que ignoran lo superfluo.
Las que impregnan las miradas de autenticidad.
Las que se pueden digerir fácilmente.
Las que no se pierden en las falsedades.
Las que son esencia.

Me pasa siempre y no me considero más raro que otros:
no me gustan los besos que suenan en las mejillas, en los labios(en todos los labios),
en las distancias, en las pieles, en todas las partes del cuerpo...

Sugiero líneas de pensamiento que ocupen un espacio dónde todo pueda ser.

martes, 27 de diciembre de 2011

sin ella todo es desvanecimiento

Decidí que queria amarte.
A mis deseos les parecía bien.
                       t.q.

me estoy quedando en blanco...y en negro

Lo suyo era una verdad indiscutible.
Me levanté, para acercarme a su mirada.
...Nos citamos en privado dos horas más tarde...
Hablámos de todo lo positivo.
Pero, no nos besámos.
¿Para qué?

Hay besos que no siguen ningún vínculo.

Seguramente fué un nuevo beso quien aplacó la desgana memorizada durante largo tiempo.

Una mirada puede sintetizar todas las palabras de cada mañana.

Te aseguro que hace demasiado tiempo que mis minutos han dejado de tener importancia.

No siempre somos conscientes de que antes de ser amados debemos ser dignos.

viernes, 16 de diciembre de 2011

nos rozámos poco la piel

Si nos escucháramos con interés, surgirían nuevas formas de exortizar a las preguntas que aún no han obtenido respuestas.

Jamás he participado de las especulaciones exteriores que animan a hacer normales los pensamientos.

Sólo las estabilidades básicas nos volverán más enriquecidos.

Vuelvo siempre a la inquietud de los caminos convergentes. Sólo me cuestiono a qué hora coincideremos.

Y los sentimientos no deben extrañarse del despertar de los deseos más primordiales.

Lentamente se adormecen las voces que muestran su desnudez.