Si se es demasiado vital, casi siempre permaneceremos solos.
Acabamos desilusionandonos con los objetivos no cumplidos.
Nos pueden las faltas de complicidad.
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Si te topas con un beso inesperado, no lo rehúyas. No hables de él, no intentes imitarle, haz del tuyo algo nuevo. No pienses, todo es único, todo es perfecto.
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No es menester quitarnos el sufrimiento que nos producen nuestras debilidades con censuras sistemáticas a las actitudes de los demás.
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En mi intimidad ando motivando a mi imaginación para que tu presencia sea un poco más real.
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Las miradas se aburren en las esperas, rodeadas de dudas y de respuestas que no llegan.
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