Desnudos, la ropa desperdigada por toda la casa y los deseos intactos. Se despiertan y se buscan. Se descubren atónitos. La respiración intensa. El instinto que actua y trás él, la pasión. Juntos, bajo la mirada sorprendente y plena se hacen amantes.
Cada mañana, aún al poco de aparecer el alba, allí, sobre la cama de grandes proporciones, buscan en cada beso nuevas historias que sentir.
Conteniendo el aliento entran en un nuevo gemido de pasión.
Ningún amor podría ser tan intenso y llegar tan lejos.Sentir es lo que hacen.
Vivirse es lo que quieren.
No buscan estabilidad. Tan solo descubrirse en otra piel.
Son libres de aciertos, desaciertos, decisiones y arrepentimientos.
No quieren saber más el uno del otro. No es necesario y ya está.
Se abren al otro sin condiciones.
Mueren siempre en cada orgasmo.
No pretenden acabar jamás.
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