martes, 27 de diciembre de 2011

me estoy quedando en blanco...y en negro

Lo suyo era una verdad indiscutible.
Me levanté, para acercarme a su mirada.
...Nos citamos en privado dos horas más tarde...
Hablámos de todo lo positivo.
Pero, no nos besámos.
¿Para qué?

Hay besos que no siguen ningún vínculo.

Seguramente fué un nuevo beso quien aplacó la desgana memorizada durante largo tiempo.

Una mirada puede sintetizar todas las palabras de cada mañana.

Te aseguro que hace demasiado tiempo que mis minutos han dejado de tener importancia.

No siempre somos conscientes de que antes de ser amados debemos ser dignos.

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