viernes, 30 de diciembre de 2011

un día no querré saber nada

Por el beso oscurecido
por la lágrima que brota
inequívocamente cargada del dolor
que emerge de una palabra impropia
de unos ojos que dicen ser pasión.

Salvaré las dudas
como si no fuéramos
núnca a hablarnos
de los pensamientos
que un día nos ocultamos.

A fin de cuentas
lo poco
que nos hemos olvidado
me hace quererte con más intención.

Las diferencias
se pueden evitar
con las palabras
que saben mirar.

Caigo en la cuenta
redacto mi testamento.
para evitar más silencios

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