jueves, 14 de abril de 2011

perdonemos a la vida que no sabe perdonar

En tiempos de desamor se practican por costumbre actitudes poco propias de personas y educaciones normales.
Nos movemos en otras dimensiones.
Todo lo neardental se aproxima a nosotros y promueve la interacción de reproches, recelos e interminables despropósitos.
No esperamos.
No nos acercamos en la búsqueda de soluciones.
Nuestros egos viven su máximo explendor.
Manipulamos.
Provocamos incomprensión.
Alguien tiene la culpa.
Y, yo también.
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La vida nos embauca con sus encantos y nos traiciona con sus desengaños.
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Cuando la existencia se vuelve insoportable, la voz se apaga y los sentimientos dejan de mirar.
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Iré por algo que perdí.
Tendría que pedirte perdón.
Me dije mientras observaba tu pensamiento.
Te amaré aunque sea en la distancia.

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