lunes, 29 de agosto de 2011

pienso en tí como una excusa

En la inconsciencia no llegámos a saber el alcance de los errores cometidos.Aún puedo ser testigo de tus palabras.

Creemos que quién nos ama siempre lo hará de manera incondicional
Creemos que las palabras pronunciadas de manera inexacta no tienen importancia
Creemos que si mojámos una galleta en leche la vámos a encontrar viva
Creemos que todas las caricias las tenemos que sentir iguales
Creemos que sómos nosotros quiénes más arriesgámos
La realidad lleva su propio camino como el agua

Hay una parte de la existencia que juega al despiste
a sentarse tras las verdades
a ser sempiternamente infeliz
a ocultarse de las caricias nuevas
que se abraza a todos los silencios
y, sólo mira tras los cristales
para servirse de la nostalgia.
Se viste con harápos
que espera a un desconocido
que se aisla
y, se dedica a escribir
y espera nuevas oportunidades
antes de ser recuerdo.

Habré vuelto
para ser presencia
en tu soledad
marcada por la confusión
que queda en el entendimiento
cuando se niega
a escuchar
palabras que brotan
desde la intención
de creer que
aún ,
ahora mismo
podemos
ser
felices

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