por muchas razones palidecemos
hay mañanas que guardan el buen sabor de una noche de pasión
tan cerca como están las miradas y no pensamos en planes inmediatos
en medio de una tregua aún podemos seguir pensando
la invasión de los espacios personales nos hace más intransigentes
no hay novedad; las palabras aniquilan la oportunidades
cuando nos repongamos de las sorpresas, sabrémos el verdadero valor de la paciencia
dame una expresión inhabitual y verás en mi cara la perplejidad
somos capaces de recordar en los extremos
para poder confiar en una necesidad tendría que tenerte cerca
en las miradas de al lado no hay complicidad
las buenas conversaciones despiertan impulsos imprevisibles
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